La energía es un tema candente estos días, nos afecta, no solo, el aumento más que significativo de sus costes, también su impacto sobre el medio ambiente debido a las emisiones de CO2. Es por ello que dedicamos nuestro cuarto episodio de Logiconomi TV a algunas soluciones de ahorro energético como las baterías de iones de lítio y la ecoconducción.
En este último episiodio Craig Walby, Director de Gestión de Productos de Toyota, analiza el impacto del cambio a una nueva tecnología de baterías. Por su parte, Olivier Drouin, experto en seguridad y formación, nos habla sobre cómo educar a los operarios para que prioricen la suavidad sobre la rapidez en el manejo de carretillas elevadoras. En otras palabras, para que pasen a lo que denominamos eco-driving (o ecoconducción). Sorprende realmente el ahorro que se puede conseguir adoptando este modo de conducción.
Las baterías de iones de litio están disponibles desde hace ya algunos años y ofrecen ventajas considerables en lo que se refiere al consumo de energía. Suelen ser un 30% más eficientes que las baterías tradicionales de plomo-ácido, lo que implica un menor coste energético y en menos emisiones de CO2. Al cambio actual, esto se traduce en una reducción de los costes de explotación de al menos 1 euro por hora.
La razón principal es el coste. A día de hoy, las baterías de iones de litio resultan más caras que sus unidades equivalentes de plomo-ácido y esto ha supuesto una barrera para muchos usuarios. Pero si examinamos más de cerca, la realidad es diferente.
Así que, teniendo todo en cuenta, no sobran razones para pasarse al LI-ion. Al optimizar el tamaño de la batería mediante rutinas de carga periódicas, se reduce el coste de inversión inicial, se prolonga la vida útil y se ahorra 1 euro por hora de energía, además de reducirse en un 30% las emisiones de CO2.
Otro punto clave en el ahorro de energía lo tiene el operario. Históricamente, en los centros de distribución de gran actividad se ha hecho hincapié en la velocidad de las operaciones, con aceleraciones rápidas y frenazos bruscos. Sin embargo, los estudios han demostrado que adoptar un enfoque diferente puede tener un impacto drástico en el consumo de energía.
Pruebas controladas han demostrado que el eco-driving, o ecoconducción, permite reducir el consumo de energía en un 6% y las emisiones de CO2 en un 10%. Además, los operarios son muy receptivos a adoptar este enfoque, al ser conscientes de la necesidad social de luchar contra el cambio climático.
La primera reacción de muchas personas es suponer que la reducción de velocidad afectará negativamente a la productividad. Sin embargo, no es así. La clave está en ajustar la programación para permitir una mayor flexibilidad. Además, reduce sustancialmente tanto accidentes como costes por daños, que suelen ir asociados con operaciones de alta presión.
Escuche la visión completa de la mano de expertos, en el último episodio de Logiconomi-TV | Save your Energy