Un controlador lógico programable o PLC, es una computadora robusta, de carácter programable, que se utiliza para automatizar y optimizar el funcionamiento de sistemas industriales, reemplazando a los antiguos sistemas de control basados en relés y contactores.
Los PLC representan una solución de control flexible y a la vez resistente y robusta, con el plus adicional de ser adaptable a casi cualquier aplicación. Estos equipos han evolucionado fuertemente y sus posibilidades para el control y gestión de procesos han hecho que se conviertan en un elemento central en la automatización.
Aplicado a la logística, un controlador lógico programable se utiliza fundamentalmente para automatizar y controlar la gestión de sistemas de almacenamiento, clasificación, transporte y distribución.
El PLC en logística abarca todas las etapas por las que pasa un producto, desde que se diseña y produce hasta que se retira del mercado. Estas etapas suelen incluir:
Los controladores lógicos programables (PLC) constituyen una pieza básica en el engranaje de la automatización de un almacén. Estos procesadores tienen funcionalidades parecidas a las de un equipo informático de sobremesa, pero con las ventajas adicionales de ser muy resistentes y robustos, ya que están específicamente diseñados y adaptados a los entornos industriales. De esta forma, pueden resistir las condiciones de trabajo de industrias y almacenes, incluyendo golpes accidentales y temperaturas extremas.
Los controladores lógicos programables suelen instalarse en procesos industriales que requieran poco espacio, o bien que precisen emplear múltiples secuencias para llevar a cabo diferentes tareas.
Debido a su alta resistencia, son la herramienta idónea para ejecutar los movimientos automatizados de almacenes de todo tipo. Desde los robots pick and place de las estaciones de picking en la industria automotriz hasta los complejos y precisos sistemas automatizados de almacenamiento de mercancía en sectores de alta sensibilidad, como el químico o el farmacéutico. De hecho, una amplia mayoría de los sistemas automáticos de almacenamiento o transporte, como los miniload o transportadores para cajas, son controlados mediante PLC.
En este contexto, el buen funcionamiento del almacén automático pasa por contar con sistemas que aseguren la sincronización entre todos los sistemas automatizados, promoviendo la seguridad, la productividad y, sobre todo, la eficiencia de la instalación.
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