Existen múltiples razones por las que la automatización en la logística está en auge y más aún en la era actual del ecommerce. En este contexto se hace más necesaria que nunca una entrega simplificada y una respuesta acorde de los proveedores de logística, que deben predecir los flujos de manera consistente para lograr la entrega del producto en el mínimo tiempo posible.
Pero también elementos como la escasez de operarios de carretillas cualificados para las operaciones, un menor coste operativo de automatización, una implantación segura de un sistema automatizado y una optimización en términos energéticos hacen que cada vez más empresas opten por automatizar en mayor o menor medida su almacén. Analizamos a continuación cómo son los proyectos de automatización logística por etapas.
El punto fuerte de una carretilla elevadora automatizada, como por ejemplo un transportador horizontal automatizado, es la realización de tareas repetitivas, replicando patrones, siguiendo instrucciones precisas para poder generar valor añadido en los procesos.
Por otro lado, el capital humano, gracias a sus capacidades innatas, comprende rápidamente el contexto y se adapta mejor a los nuevos entornos. Pero a la vez, debido la fatiga que pueden sufrir tras horas de trabajo, pueden llegar a perder el enfoque.
En este contexto, la mejor solución es aquella en la que los recursos humanos y los equipos automatizados trabajan conjuntamente para obtener los puntos fuertes de ambas partes.
En la industria logística, la automatización puede ser la respuesta para algunos flujos logísticos, pero no siempre. Todo se reduce a eliminar desperdicio (0 muda) y generando valor añadido en los procesos dónde más posibilidades hay de conseguir notables beneficios.
Cuando se trata de soluciones automatizadas, la tendencia en el mercado europeo está cambiando: hay una demanda mayor que la oferta, y cada vez se acentúa más. Las soluciones de automatización estandarizadas configurables por etapas pueden ayudar a las empresas con necesidades de automatización a alcanzar sus objetivos más rápidamente.
Un proyecto de automatización consta de 3 fases:
Las soluciones automatizadas pueden parecer algo complejas, pero el flujo de materiales en realidad se ejecuta de manera bastante lógica y sistemática. Con un enfoque sistemático, podemos encontrar fácilmente operaciones repetitivas comunes entre varias empresas, fácilmente automatizables a través de módulos configurables. Esta es la forma de trabajar de Toyota: separar las tareas repetitivas de las únicas dentro del proceso y automatizar aquellos procesos repetitivos para maximizar los resultados.
Analicémoslo más en detalle. Al ir al origen (lo que en TPS conocemos como Genchi Genbutsu), y visitar las plantas de producción del cliente, podemos encontrar varios elementos comunes: muelles de entrada, amortiguadores de materiales, áreas de picking y zona de preparación de mercancías, área de producción, almacenamiento de mercancías finales y área de expedición.
A medida que el material fluye por el almacén, pasa por estos procesos principales que se podrían llegar a automatizar con facilidad:
Además, si examinamos las formas de iniciar órdenes, paradas y estrategias para seleccionar los destinos en estos procesos, todos estos procesos tienen características comunes y únicas, que pueden simplificarse a un nivel más genérico. Este nivel describe una "configuración de flujo genérico" que podría adaptarse a cualquiera de los procesos descritos anteriormente. Permitiendo utilizar este enfoque automatizado para las tareas repetitivas, posibilitando de este modo el foco en los procesos únicos de una manera más eficiente.
Al aplicar nuestros valores de Toyota, trabajamos conjuntamente con cada cliente para determinar sus desafíos específicos y abordarlos paso a paso mediante el trabajo en equipo. Al dividir el proceso en etapas, solo es cuestión de colocar las piezas correctas para crear la mejor solución específica para cada cliente.