La producción “Just-in-time” permite alcanzar ganancias significativas en productividad y calidad en la gestión del almacén. Pero no es posible llevarla a cabo a no ser que el trabajo esté repartido equitativamente a través de la producción nivelada o “levelled production”. Veamos como funciona en Toyota esta nivelación.
El paso previo para una producción nivelada o Leveled Production es la planificación. Para poder hacer una previsión acertada, cada mes nos proveemos de información sobre los números y tipos de equipos de manutención que esperamos vender en los próximos meses. Pasamos esta información a las plantas de fabricación y a nuestros proveedores para darles una base aproximada del planning productivo.
Los diferentes agentes como filiales, concesionarios... envían la información de las ordenes reales de pedido que han recibido en cada periodo estipulado. Basados en esta información, nuestras plantas y proveedores diseñan de forma detallada, los planes de producción.
También recibimos información diaria sobre los pedidos y solicitudes de cliente. Podemos ajustar nuestras plantas productivas antes de la producción para ajustar las solicitudes a cambios en algunas especificaciones, como el color de la carretilla o las ruedas.
Basados en el plan de producción diaria, decidimos la secuencia exacta a producir en nuestras plantas, que distribuye las diferentes especificaciones de forma equitativa a lo largo del día.
Al visitar una planta Toyota, se pueden observar una variedad de equipos moviéndose a lo largo de la línea de montaje. Escalonamos la producción de las diferentes referencias uniformemente a lo largo del día. Lo hacemos para utilizar de forma eficiente los principales recursos de nuestra producción: nuestros trabajadores y nuestro equipamiento.
Por ejemplo, podríamos emplear toda la mañana trabajando en una sola referencia, toda la tarde en otra, y toda la noche en otra. Esto podría parecer eficiente, ya que nos permitiría producir lotes más largos sin la necesidad de cambiar pinturas, herramientas o utillajes.
Pero contrario a lo que podría parecer, esto crearía una desconexión o, al menos, diferencias entre el patrón de ventas y el patrón productivo. Peor, impondría una carga desproporcionada en cada equipo y en los procesos anteriores. Algunos equipos estarían desocupados mientras otros estarían ocupados. Resultando por lo tanto, en una forma ineficiente de utilizar nuestros recursos.
En su lugar, distribuimos la producción uniformemente en los procesos de montaje. Esto permite a nuestros proveedores distribuir su producción de forma equilibrada y por lo tanto nos permite a todos trabajar con el mínimo número de personas y equipos.