Just in time como base del Toyota Production System
La producción en la planta de Kariya utilizaba un sistema en el que cada departamento tenía su propia oficina de planificación y el número de unidades a producir se determinaban por esta oficina en cada uno de los departamentos. Esto provocaba que los lotes no fuesen consistentes a lo largo del proceso.
Sin embargo, en la planta de Koromo, todos los procesos habían sido diseñados pensando en la adopción de un Sistema Just-in-Time y el layout, diseñado siguiendo una producción en flujo. Así, se lograba mejorar el Goguchi system. En lugar de tratar cada departamento por separado, las cantidades y lotes estaban unificados a lo largo del proceso mediante un sistema de control global.
De esta forma, si Goguchi nº1 y Goguchi nº2 consistían en 10 vehículos, y debían estar finalizados en un día concreto, se creaban 2 grupos de 10 de cada pieza necesaria para el montaje siguiendo la misma nomenclatura: Goguchi nº1 y Goguchi nº2.
Este sistema buscaba crear un flujo productivo integral basado en la línea de montaje final, coordinando la producción de cada parte con la línea de montaje. No obstante, bajo una economía controlada y sin estabilidad en la entrega de materiales, no se podía esperar que este sistema funcionase de forma ideal, y fue necesario adaptarlo para lograr su funcionamiento teniendo en cuenta estas restricciones.
Aunque surgiesen bajo circunstancias inusuales, consecuencia de los tiempos de guerra, y se tuviesen que enfrentar a una variedad de problemas, los conceptos básicos del Goguchi production control system y el layout basado en Just in time fueron las bases del posterior Toyota Production System.
El concepto supermercado
El concepto Just-in-Time no se pudo implantar por completo hasta 1954, cuando el aumento en el volumen de producción elevó la necesidad e importancia del control de producción. Fue entonces cuando se propuso el "concepto de supermercado". Este concepto consistía en que los procesos posteriores tomasen lo necesario de los procesos anteriores, forzando a estos últimos a reponer únicamente lo consumido.
Hasta entonces las piezas se entregaban independientemente de si el proceso posterior las hubiese necesitado o no, generando un stock al inicio de cada proceso en volúmenes mayores a los necesarios.
Además, en el montaje, era prácticamente imposible producir lo requerido. Hasta aproximadamente mediados de cada mes era extremadamente difícil cumplir con la planificación diaria debido a la falta de producción uniforme durante el transcurso del mes en los procesos de fundición y mecanizado. Eso significaba que a principios de mes había un número excesivo de trabajadores que simplemente esperaban las piezas, incurriendo en diversos Mudas.
Como resultado de esta situación se reconsideró no transportar piezas desde esos procesos a los procesos de montaje hasta que existiera una necesidad real. Este funcionamiento estableció el "concepto de supermercado".
Aplicando este concepto a los procesos de montaje era posible ensamblar los modelos requeridos siguiendo el plan, fabricando las partes ya consumidas, y haciendo que la planta general de montaje pudiese disponer de las piezas en el momento en que fueran necesarias. Se adoptó el mismo método en la planta de montaje de motores, que comenzó a consumir únicamente lo que necesitaba de la planta de mecanizado.
La evolución hacia el Sistema Kanban
El método de supermercado evolucionó hacia el Sistema Kanban con la adición de una hoja de instrucciones de producción conocida como Kanban, una tarjeta que indicaba el nombre y referencia del producto y la cantidad a reponer requerida, y que permitía una mejor comunicación de las necesidades de producción y reposición entre los diferentes departamentos, y que sigue en uso en las metodologías lean de hoy en día.
Beneficios del método Just in time
A lo largo de los años y hasta el día de hoy, Toyota ha desarrollado este método, logrando un sistema productivo que, en conjunto con el resto de metodologías TPS, permite:
- Dimensionar la capacidad de acuerdo a las necesidades de venta reales.
- Una entrega a cliente más rápida: gracias a la reducción de los desperdicios y la mejora del flujo.
- Mejorar la eficiencia operativa mediante la reducción de paradas.
- Aumentar el ratio de calidad gracias a un mejor flujo de información y control del proceso.
- Aumentar la flexibilidad mediante procesos dimensionados por la tasa de demanda del cliente.
- Reducir los costes productivos: menos espacio necesario para inventario, mejores ratios de eficiencia y cash flow