Las nuevas tecnologías llevan la automatización al alcance de muchas empresas. Pero, ¿por dónde deberíamos empezar en un proyecto de este tipo? Conseguir un almacén con procesos automáticos nos resultará más fácil de lo que nos podríamos haber llegado a imaginar en un principio. Diferenciamos distintos niveles de automatización, lo que nos permite poder empezar a automatizar ciertos procesos del almacén sin necesidad de grandes inversiones iniciales.
Es importante saber que podemos distinguir entre diferentes flujos en un almacén. La mayoría de estos flujos están relacionados con el movimiento de los pallets por las distintas áreas del almacén. Existen diferentes tipos de empresas con diferentes tipologías de procesos. Un ejemplo en empresas en las que existe un proceso de fabricación, sería el movimiento de los pallets con los productos finales de la línea de producción a la zona de almacenaje. En otras empresas en las que no existe la recogida de pedidos, los pallets llegan al almacén y transcurrido un tiempo salen de allí tal y como entraron. Como podemos observar, la automatización de estos flujos en ambos ejemplos es relativamente sencilla. Al final, en ambos ejemplos cada pallet es idéntico, por lo que se puede recoger y depositar de una manera similar, a pesar de que el formato exacto pueda variar.
Los flujos no relacionados con el movimiento de palés, sino con bultos o artículos individuales, son mucho más difíciles de manejar. Suele tratarse de cajas, pero a veces también de cajones, bandejas, cubos o sacos. Lo que hace que la automatización de estos flujos sea tan complicada, es precisamente el hecho de que las formas y formatos de estos bultos varían mucho. Además dentro de este tipo de procesos, llegará un momento en el que habrá que mover los artículos de un pallet y ponerlos en otro u en otro tipo de soporte.
El mayor desafío son los flujos compuestos por artículos individuales. Piense en un almacén con artículos de oficina, en el que debemos realizar la preparación de un pedido para un cliente que incluye tres bolígrafos, dos rollos de celo y un paquete de folios. Sacar estos artículos de sus cajas requeriría de un proyecto de automatización mucho más complejo debido a la diversidad de productos y a la unidad de pedido del mismo.
La automatización de estos movimientos, por ejemplo con robots, supone una inversión inicial superior. Para abordar estos casos en los que los artículos se encuentran de manera dispersa o en los que los procesos son más complejos, existen consultoras en integración de procesos que realizan un estudio profundo y diseñan un sistema automatizado integral.
Aparte de distinguir entre flujos, podemos distinguir entre diferentes grados de automatización. En gran parte de los almacenes la gestión es completamente manual y, exceptuando las carretillas elevadoras y los escáneres de códigos de barras, no solemos encontrar robots u otros dispositivos.
Sin embargo, existen almacenes completamente automatizados en los que los pallets entran y salen del almacén con casi ninguna intervención humana. En muchos casos, en estos almacenes sólo hace falta la intervención humana para cargar y descargar los camiones.
Entre estos dos extremos existe una amplia gama de almacenes con soluciones semiautomáticas, almacenes en los que se han automatizado algunos procesos determinados. Muchas veces se trata de procesos en los que las personas trabajan en estrecha colaboración con robots, AGV u otras soluciones de automatización logística. Las máquinas se encargan de los trabajos pesados o repetitivos para que las personas se puedan dedicar a los trabajos en los que puedan aportar más valor.
¿Quiere empezar a automatizar su almacén? Nuestra recomendación: No empiece con el proceso más complicado, ni con el nivel de automatización más alto. Empiece con la automatización de un flujo sencillo, como la referente al flujo de los palés que van de la línea de producción al almacén gracias a la utilización de un AGV (Automated Guided Vehicle).
Normalmente, este proceso se puede automatizar sin afectar demasiado a los demás procesos de la empresa.
¿Lo quiere llevar un poco más lejos? Elija un proceso específico para el cual ya exista un proceso semiautomático. Por ejemplo, el uso de carretillas semiautomáticas para la recogida de pedidos. Así, podrá realizar de forma autónoma este flujo sin la constante intervención de un operario. De esta manera puede ir automatizando toda su operación paso a paso.