En el contexto actual, caracterizado por la alta competitividad y un tipo de cliente cada vez más exigente con la velocidad en las entregas, los robots de almacén se han vuelto en una tecnología indispensable para mejorar las calidad del trabajo de cualquier almacén, así como lograr un salto cualitativo en las operativas logísticas.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de robots de almacén? Se trata de un término genérico que hace referencia a la última fase del proceso de modernización de un almacén, que generalmente consta de tres etapas; mecanización, automatización y robotización.
A continuación, se mencionan los robots de almacén más habituales en logística:
Vehículos AGV (Automated Guided Vehicles).
Robots móviles autónomos.
Brazos robóticos.
Sistemas de almacenaje automáticos.
Los robots de almacén son dispositivos específicamente diseñados y construidos para automatizar los flujos de mercancía y aumentar la productividad.
Estas tecnologías pueden llegar a operar con total autonomía, aunque en ocasiones se precisa la colaboración de los operarios para ejecutar algunas funciones, como la preparación de pedidos o la colocación de los productos en las estanterías.
Estas máquinas, en cualquier caso, llevan a cabo las operativas de un almacén con la mínima intervención de los empleados.
Aunque suponen una inversión inicial importante, el Retorno de la Inversión (ROI) está asegurado porque reducen los costes logísticos.
Los robots de almacén se han convertido en una alternativa muy eficaz para optimizar la cadena de suministro de las empresas y las operaciones logísticas, por lo que son un elemento fundamental en la implementación de políticas de cero errores. Entre sus ventajas destacan:
La robotización de un almacén transforma radicalmente las distintas tareas logísticas, convirtiéndolas en mucho más rápidas y eficientes. Se reducen errores, se evitan accidentes y se mejoran todas las etapas de la cadena de suministros: desde la colocación de los pallets y la mercancía en las estanterías y ubicaciones, a la preparación de pedidos y de logística inversa (devoluciones).
Por otro lado, estas tecnologías se encaminan al producto-hombre, es decir, es la mercancía la que se acerca automáticamente hasta el operario para que finalice la operativa, con el consiguiente ahorro de tiempo y esfuerzo físico. Además, gracias a un almacén robotizado, las empresas pueden atender a sus clientes sin interrupción.
La gestión manual de la mercancía conlleva un riesgo muy elevado de cometer fallos (por ejemplo, preparar un pedido donde falten artículos o que alguno no sea el correspondiente). Sin embargo, la posibilidad de errores en un almacén robotizado es cero o muy cercano a cero.
La ausencia de errores es posible porque los robots de almacén pueden trabajar con total autonomía, siguiendo indicaciones muy precisas de un software de gestión de gran calidad y a prueba de fallos. No obstante, para que el proceso funcione perfectamente, es muy importante contar con un personal de control y de gestión con una sólida formación.
Al eliminarse o reducirse la manipulación de la mercancía, el riesgo de accidentes laborales por golpes, caídas o atropellos con las carretillas manuales, entre otros, se reduce mucho. Y lo mismo ocurre con las enfermedades laborales provocadas por la manipulación de cargas pesadas o movimientos repetitivos; ahora son las máquinas las que realizan por los empleados estos trabajos peligrosos y poco sanos.
Generalmente, la automatización y robotización de un almacén no reduce los puestos de trabajo, sino que los operarios, recibiendo para ello la formación adecuada, pasan a realizar tareas de control y supervisión, menos pesadas y más motivadoras a nivel personal y con mayor valor añadido para la empresa.
Automatizar los procesos con robots de almacén constituye una de las mejores estrategias para lograr, no solo los objetivos del almacén o logística, sino de la empresa en general. Eso es posible porque se reducen costes y se mejora la calidad del servicio y, por consiguiente, la propia imagen de empresa o de marca.
Los procesos de automatización mediante robots de almacén en el sector logístico pueden llegar a ser complejos, por lo que será necesario identificar los flujos repetitivos y las condiciones particulares de cada empresa. Solo de esta forma, conseguiremos llevar a cabo una inversión eficaz, que mejore la operativa, al mismo tiempo que reduzca los costos logísticos diarios, con el objetivo final de lograr un retorno de la inversión adecuado, que haga rentable el proyecto.
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