Contar con carretillas equipadas con baterías de iones de litio sin duda puede optimizar sus procesos intralogísticos. Utilizar baterías de litio, además de ser más eficiente desde el punto de vista energético, permite realizar cargas de oportunidad optimizando el rendimiento de la jornada de trabajo.
¿Se está preguntando si esto también aplica en entornos con temperatura controlada, por ejemplo, en almacenes frigoríficos? La respuesta es que sí. Le explicaremos cómo mantener el rendimiento de las baterías de iones de litio en condiciones de frío.
En la logística alimentaria encontramos principalmente tres tipos de mercancías: alimentos no perecederos, productos frescos y congelados. Mientras que los no perecederos se almacenan a temperatura ambiente, los perecederos como productos lácteos, carne o pescado frescos y las frutas y verduras deben almacenarse a temperaturas que oscilan entre 2 y 8°C. Por otra parte, los alimentos congelados y los helados se almacenan a temperaturas todavía más bajas, de -18°C o incluso por debajo.
Como cabe suponer, para la óptima conservación de productos perecederos y de congelados es sumamente importante que no haya oscilaciones de temperatura. Deben manipularse en el menor tiempo posible. En este sentido, en los procesos en los que el tiempo es clave, contar con carretillas equipadas con baterías de iones de litio proporciona una solución idónea, ya que permite optimizar los movimientos de las máquinas, al ubicar los cargadores en puntos estratégicos. Además, al no existir gasificación durante la carga permite mantener los productos ajenos a cualquier tipo de contaminación.
En condiciones de frío para el almacenamiento y el transporte, se necesitan carretillas elevadoras y equipos de almacén específicos y con protección contra la condensación. La condensación se forma cuando las carretillas entran y salen de la zona fría. En lo que al conductor se refiere, las cabinas con calefacción ofrecen, además, un entorno de trabajo ergonómico y confortable.
En lo que respecta al tipo de batería a utilizar en frío debemos tener en cuenta lo siguiente:
Las baterías de plomo ácido se descargan más rápido sometidas a bajas temperaturas y, en consecuencia, pierden potencia. Como norma general, cuanto más baja es la temperatura, menor es la capacidad de la batería. La capacidad de una batería de plomo-ácido es máxima a una temperatura del electrolito de 30°C; a una temperatura del electrolito de -20°C, la capacidad disponible cae al 55% aproximadamente.
Al mismo tiempo, el tiempo de recarga es superior a bajas temperaturas, a temperaturas bajo cero se hace incluso imposible, porque la batería pierde capacidad de absorción de energía. Por ello, las baterías de plomo-ácido deben almacenarse y cargarse a temperatura ambiente. Todo esto implica que para las aplicaciones intensivas de congelación se requiera de dos baterías adicionales, es decir, tres baterías de plomo-ácido por máquina. Además, los costes de mantenimiento de estas baterías en aplicaciones de cold-store son más elevados. Son ejemplos de ello: la prevención de las llamadas corrientes de fuga y las descargas correspondientes, que favorecen la aparición de humedad y suciedad en la superficie.
Lo que algunos gestores y operadores de flotas desconocen es que, incluso en condiciones extremas, el uso de baterías de litio en carretillas elevadoras es óptimo por varias razones:
Nuestra solución modular de baterías de iones de litio está diseñada para satisfacer todas las necesidades de las carretillas industriales y, además, contamos con una versión para cámaras frigoríficas. El sistema ofrece un diseño robusto, una alta calidad de las celdas y módulos individuales, así como complejos componentes de seguridad. Esto significa que cada uno de los módulos y todo el sistema de baterías cuentan con protección contra el polvo y las salpicaduras de agua. El sistema modular no requiere de mantenimiento y no libera gases al ambiente durante la carga o el funcionamiento. Esto elimina la necesidad de una ventilación adicional de la zona de carga y, exime a los operarios de la necesidad de rellenar agua y manipular ácido.
Gracias a la cubierta protectora y al calor generado durante el funcionamiento, las baterías de iones de litio de Toyota Material Handling mantienen el calor y los estándares de rendimiento, incluso a bajas temperaturas. La versión de almacenamiento en frío viene equipada con un sistema de gestión térmica que controla la temperatura desde el interior de las celdas de cada módulo. Si un módulo se enfría demasiado, el conductor recibe un aviso que le informa de que debe desplazarse a entorno más cálido. En consecuencia, el dispositivo puede funcionar a -10°C durante un máximo de 4 horas y a -30 °C durante un máximo de 2 horas en funcionamiento continuo.
Si el equipo se va a utilizar permanentemente en la cámara frigorífica e incluso se va a cargar allí, disponemos, además, de una versión de batería exclusiva para cámaras frigoríficas equipada con calefactor.
Nuestra solución es extremadamente eficiente desde el punto de vista energético. Sólo cuando un módulo desciende por debajo de una determinada temperatura, se activa el calentamiento de la batería. Esto evita que la batería se enfríe demasiado y pierda capacidad, tiene un efecto positivo en la disponibilidad y los costes de funcionamiento y aumenta la vida útil de los dispositivos. Gracias a la gestión térmica y a la calefacción de la batería, la carretilla puede permanecer constantemente en la zona de congelación, incluso a temperaturas de hasta -30 grados Celsius. Los costes adicionales de consumo energético se compensan en parte con un menor desgaste de la batería y del dispositivo.
El proceso logístico, así como los hábitos de carga, deben diseñarse de forma que los cambios de temperatura que afectan a la carretilla y a la batería sean mínimos. En este sentido, el sistema de gestión térmica integrado supervisa la temperatura y la tensión en cada uno de los módulos de la batería, además de mantenerlos continuamente en el rango de temperatura óptimo con la ayuda de la calefacción de la batería.
El cargador y el cable deben estar protegidos del frío o permanecer en una zona más cálida de al menos + 5° C. En este caso, la conexión entre batería y cargador se realiza mediante un cable de longitud adicional, que atravesará el panel de la cámara de congelación.
El conector Toyota cuenta con un indicador LED que permite comprobar el estado de carga. Es una solución idónea, ya que el cargador se puede colocar fuera de cámara frigorífica y permite mantener una temperatura estable de confort dentro de la cabina. Esto supone un ahorro de energía considerable, ya que permite al operario no activar la calefacción tras un largo periodo de inactividad. Además, el conector Toyota está especialmente diseñado para conexión/desconexión frecuente de forma cómoda y sencilla, incluso utilizando guantes.
Como puede comprobar, las carretillas equipadas con baterías de iones de litio son el perfecto complemento para las operaciones en almacenes frigoríficos gracias a su facilidad de uso, su carga rápida, la opción de calefacción y la retención de la capacidad. Acuda a nuestros expertos en caso de duda o lea más sobre nuestras soluciones para cámaras frigoríficas.
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