Con el cliente (que cada vez es más exigente) siempre en el centro, la digitalización de la cadena de suministro es ya una obligación para cualquier empresa. Big Data, Business Intelligence, Inteligencia Artificial, Blockchain o Realidad Aumentada son conceptos que tienen que estar presentes de principio a fin en el proceso logístico con el objetivo de acabar con las tareas manuales y alcanzar la calidad total.
El proceso de digitalización de la cadena de suministros –si se lleva hasta el máximo de sus posibilidades– debe buscar el objetivo de eliminar todas las tareas manuales que en ella se desarrollan. Esto se consigue aplicando tecnología avanzada de principio a fin, de modo que afecte a la cadena de extremo a extremo: desde la compra de las materias primas hasta la entrega del producto al cliente (que es la figura que siempre debe estar en el centro). Y teniendo siempre en cuenta un aspecto vital para conseguir la satisfacción del mismo: la logística inversa, es decir, un buen sistema de devoluciones.
Todos y cada uno de los departamentos que, en mayor o menor medida, intervienen en la cadena de suministro, han de involucrarse en el camino de la digitalización. Para ello, cada empresa tiene que abrazar el concepto de Industria 4.0, que supone, entre otras cosas, la utilización continua de datos, sistemas digitales, inteligencia artificial, blockchain, realidad virtual y aumentada, Big Data o business intelligence.
El propósito final (que engloba infinitas pequeñas metas) es conseguir una trazabilidad-visibilidad completa. O lo que es lo mismo, que en todo momento y de manera relativamente sencilla y rápida, los responsables de la gestión del almacén sean capaces de conocer hasta el más mínimo detalle relativo a la cadena: ya sea el stock exacto, el lugar en el que se encuentran los camiones, las carretillas elevadoras, los pedidos pendientes o cualquier otra duda que surja.
No son una decena, sino muchos más, pero vamos a mencionar los que, quizá, sean los 10 beneficios más importantes de este proceso de digitalización. Cada uno de ellos nace del gran provecho general del proceso: tener una visión global e inmediata del estado de la cadena de suministro en tiempo real.
Obviamente, las nuevas tecnologías son las protagonistas en la digitalización de la cadena de suministros. Afectarán al proceso, en general, y a la gestión dentro del almacén, en particular. Algunos de los conceptos básicos que toda empresa debería tener muy en cuenta son:
Como elemento directamente relacionado con lo anterior, es necesario mencionar las carretillas inteligentes de Toyota (smart trucks).
Con ellas podrá saber, entre otras muchas cosas, el tiempo exacto que pasa su maquinaria en movimiento o cuánto de este es realmente productivo. Es una interesantísima solución para optimizar los intervalos de servicio y reducir el coste total. De nuevo, todo ello redundará en la eficiencia, la productividad, la seguridad y en un aspecto realmente importante cuando se habla de elementos automatizados: el mantenimiento.
Toyota suministra carretillas inteligentes como estándar. La instalación, de serie, de hardware telematics permite acceder con facilidad a todos los datos desde la fabricación de la máquina.
Además, estas carretillas inteligentes se conectan con facilidad a I_Site, el sistema de gestión de flota de Toyota. Con un solo clic, activará una tecnología que permite monitorizar sus operaciones y utilizar estos datos para detectar y solucionar problemas, contribuyendo así a la digitalización del almacén.
A lo largo de todo el texto se han desgranando las principales tecnologías (presentes y futuras –entendiendo el futuro como algo que ya está aquí–) que han de aplicarse en la cadena de suministros. La conjunción de todas ellas pergeñará distintas herramientas de gestión absolutamente vitales para cualquier empresa. Algunas de las más importantes son estas:
Aunque la digitalización de la cadena de suministros no es una necesidad nueva, el cambio de paradigma que ha provocado la pandemia lo ha convertido en una obligación. Ese cliente omnicanal que se mencionaba con anterioridad reclama la perfección en su experiencia de compra: quiere saber en tiempo real dónde está su pedido, cuándo va a recibirlo y, por supuesto, que este llegue en perfecto estado. Es un cliente que no es fiel a ningún canal de compra ni empresa. Por ello, sólo las más efectivas conseguirán adquirir su cuota de mercado.
La filosofía kaizen de Toyota, la mejora continua, se antoja aún más imprescindible que nunca. Digitalizar la cadena de suministros es una inversión insoslayable para las empresas, que se suele amortizar rápidamente.