¿Se ha preguntado alguna vez para qué se utiliza un gráfico de flujos de mercancías en el almacén? Un análisis de este tipo proporciona una mayor comprensión de las áreas y rutas utilizadas para diferentes procesos dentro de la empresa. El propósito de este artículo es comprender y describir los flujos en relación con el diseño de las instalaciones, identificar flujos cruzados, rutas excesivamente largas y métodos de trabajo ineficientes.
¿Cómo funciona el mapeo de flujo?
El mapeo de flujos implica analizar y plasmar todos los movimientos de mercancías dentro del almacén, con el objetivo de comprender el diseño de los procesos relacionados.
En este análisis, se documentan todas las zonas y flujos dentro del almacén, como el transporte, el almacenamiento, la manipulación de materiales, la preparación de pedidos y posiblemente otros flujos particulares de la empresa.
El material fluye dentro del almacén.
¿Por qué realizar un mapeo de flujos?
- Aclarar cómo fluye el material en el diseño actual
- Aclarar qué superficies, pasillos y puertas se utilizan y para qué
- Resaltar las áreas con altas cargas
- Comprender el volumen de los flujos de material y las diferentes partes del diseño del almacén
- Resaltar las áreas con flujos de cruzados
- Aclarar cualquier deficiencia en el diseño de los flujos de material actuales
Al diseñar la situación ideal objetivo, para poder crear un flujo de materiales y mercancías más eficiente, es importante revisar las siguientes preguntas:
- ¿Existe el riesgo de generar cuellos de botella en alguna zona del almacén?
- ¿Existe riesgo de generar flujos cruzados?
- ¿Qué superficies, pasillos y puertas se pueden utilizar? ¿Se pueden crear otros nuevos espacios dentro del almacén?
- ¿El flujo es claro y fácil de entender?
- ¿Dónde se ubican los diferentes pasos del proceso? ¿Se pueden minimizar el transporte y la manipulación de mercancías?