El mapa de procesos es una técnica de planificación de los flujos de trabajos y procesos, cuya principal característica es ser muy visual y esquemático. Consiste, básicamente, en la creación de un mapa o diagrama de flujo, donde se representan los diferentes circuitos o procesos de la empresa, ya sean operativos o estratégicos.
Es importante subrayar que en un mapa de procesos nunca se pierde de vista el valor que genera cada una de las acciones o formas de organización de un departamento, área u organización.
Objetivos y utilidades de un mapa de procesos
El principal objetivo de un mapa de procesos es representar y comunicar, de la manera más clara, directa y concisa posible, cómo funciona un proceso concreto. De esta manera, los miembros de un equipo de trabajo pueden saber y comprender fácilmente lo que tienen que hacer para llevar a cabo una tarea específica, de forma rápida y sin tener que dar demasiadas explicaciones.
El mapa de procesos se ha convertido, en la actualidad, en una herramienta fundamental en la gestión de proyectos, siendo cada vez más utilizados por empresas de todos los tamaños y sectores.
Su principal ventaja radica en que no solo ayuda a comprender cómo funciona un determinado proceso, de principio a fin, sino que también sirve para identificar in-eficiencias y lograr una mejora continua (kaizen).
Gracias a la representación gráfica de los procesos se lograr una perspectiva integral y global de la empresa, siendo, por consiguiente, muy útil para:
- Definir una estructura estable, integrada y coherente de la organización.
- Alinear los objetivos de las distintas áreas o departamentos de la empresa, de manera que se establezcan metas comunes o conjuntas.
- Mejorar el flujo de información entre los distintos departamentos y profesionales, reduciendo las discrepancias y malentendidos.
- Establecer roles, responsabilidades y jerarquías.
- Agilizar y dotar de mayor eficacia a los procesos, actividades y gestiones de la empresa.
- Entender mejor cómo y por qué se hacen las cosas en la empresa de una determinada manera.
- Identificar errores y oportunidades de mejora.
- Lograr las metas ideales de mejora continua y calidad total.
Cómo crear un mapa de procesos paso por paso
- Establecer el punto de partida u origen. Es importante definir una serie de aspectos fundamentales de la empresa (tipos de profesionales, grupos de interés), mercado al que se dirige (perfiles potenciales de nuestros productos o servicios), objetivos que pretendemos conseguir (rentabilidad, ventas, expansión del mercado…) y tipos de canales que vamos a utilizar para lograr nuestros objetivos: en la actualidad se tiende al uso de varios canales (omnicanalidad).
- Identificar los distintos tipos de procesos:
- Procesos clave. Son los más importantes, los que proporcionan valor a la empresa y sus clientes y alrededor de los cuales se desarrolla y articula todo lo demás: objetivo principal, misión, filosofía de la empresa, etc.
- Procesos estratégicos. No aportan un valor directo, pero son imprescindibles para que la empresa pueda funcionar. Dentro de este tipo de procesos encontramos los recursos humanos, infraestructuras, tecnología y áreas como el marketing o la gestión corporativa. - Detallar las diferentes tareas de cada proceso. Como mínimo, se debe incluir: identificación de las diferentes acciones y el orden en el que se han de desarrollar, así como profesionales involucrados y papel de cada uno.
- Colocar los procesos en el mapa y establecer las relaciones existentes entre ellos. Se genera un mapa o diagrama con los diferentes procesos, y sus acciones asociadas, así como la interrelación entre procesos y profesionales. Es muy recomendable usar símbolos tipo flechas, cajas, líneas de puntos, pictogramas y emojis.
Como puede ayudar un mapa de procesos a la logística?
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Facilita la planificación y organización de los distintos eslabones de la cadena logística.
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Permite tener una visión de conjunto y tomar las mejores decisiones en cuestiones claves como:
- Ubicación, diseño y layout de los almacenes.
- Política de distribución.
- Tipo de gestión de almacenes y reparto de responsabilidades.
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Establecer circuitos y procesos óptimos en todas las fases de la cadena logística: recepción de mercancías, almacenaje, preparación de pedidos, salida de mercancías, transporte y logística inversa.
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Optimizar el control (trazabilidad) de las mercancías.
Los valores de Toyota: mejora continua, Kaizen, calidad total, Kanban…
El objetivo final de Toyota es lograr la calidad total. Para ello, nos basamos en el Toyota Production System (TPS), un sistema de trabajo que, en realidad, se trata de toda una filosofía de pensamiento que prioriza las mejoras constantes, a través de la metodología Kaizen y el sistema de producción Kanban.
La finalidad de la metodología Kaizen es lograr metas y objetivos de una forma gradual y continuada, evitando las interrupciones. De esta forma, se eliminan las pérdidas de tiempo que pueden generarse por una mala gestión de los procesos productivos.
El método Kanban se fundamenta en que cualquier trabajo sucede por la existencia de una solicitud previa que lo demanda. Básicamente, Toyota utiliza dos tipos de Kanban: “Kanban de pedido”, que sirven para facilitar la comunicación entre diferentes procesos y los “Kanban de producción”, cuya finalidad para potenciar la comunicación dentro de un mismo proceso.