El mapa de procesos es una técnica de planificación de los flujos de trabajos y procesos, cuya principal característica es ser muy visual y esquemático. Consiste, básicamente, en la creación de un mapa o diagrama de flujo, donde se representan los diferentes circuitos o procesos de la empresa, ya sean operativos o estratégicos.
El principal objetivo de un mapa de procesos es representar y comunicar, de la manera más clara, directa y concisa posible, cómo funciona un proceso concreto. De esta manera, los miembros de un equipo de trabajo pueden saber y comprender fácilmente lo que tienen que hacer para llevar a cabo una tarea específica, de forma rápida y sin tener que dar demasiadas explicaciones.
El mapa de procesos se ha convertido, en la actualidad, en una herramienta fundamental en la gestión de proyectos, siendo cada vez más utilizados por empresas de todos los tamaños y sectores.
Su principal ventaja radica en que no solo ayuda a comprender cómo funciona un determinado proceso, de principio a fin, sino que también sirve para identificar in-eficiencias y lograr una mejora continua (kaizen).
Gracias a la representación gráfica de los procesos se lograr una perspectiva integral y global de la empresa, siendo, por consiguiente, muy útil para:
Facilita la planificación y organización de los distintos eslabones de la cadena logística.
Permite tener una visión de conjunto y tomar las mejores decisiones en cuestiones claves como:
- Ubicación, diseño y layout de los almacenes.
- Política de distribución.
- Tipo de gestión de almacenes y reparto de responsabilidades.
Establecer circuitos y procesos óptimos en todas las fases de la cadena logística: recepción de mercancías, almacenaje, preparación de pedidos, salida de mercancías, transporte y logística inversa.
Optimizar el control (trazabilidad) de las mercancías.
El objetivo final de Toyota es lograr la calidad total. Para ello, nos basamos en el Toyota Production System (TPS), un sistema de trabajo que, en realidad, se trata de toda una filosofía de pensamiento que prioriza las mejoras constantes, a través de la metodología Kaizen y el sistema de producción Kanban.
La finalidad de la metodología Kaizen es lograr metas y objetivos de una forma gradual y continuada, evitando las interrupciones. De esta forma, se eliminan las pérdidas de tiempo que pueden generarse por una mala gestión de los procesos productivos.
El método Kanban se fundamenta en que cualquier trabajo sucede por la existencia de una solicitud previa que lo demanda. Básicamente, Toyota utiliza dos tipos de Kanban: “Kanban de pedido”, que sirven para facilitar la comunicación entre diferentes procesos y los “Kanban de producción”, cuya finalidad para potenciar la comunicación dentro de un mismo proceso.