Motor de hidrógeno: Qué es y cómo funciona en carretillas elevadoras

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Luis Llera

Energy Product Specialist en Toyota Material Handling España

Publicado el 24 julio 2024 - 2 minutos de lectura

Se suele confundir motor de hidrógeno con la tecnología de pila de combustible, sin embargo, tanto en carretillas como en automoción, el hidrógeno no se usa como combustible de un motor térmico, sino como fuente de energía para suministro de potencia eléctrica mediante pila de combustible.

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¿Qué es un motor de hidrógeno y cómo funciona?

Un motor de hidrógeno es un ingenioso mecanismo que utiliza el hidrógeno como fuente de energía para generar potencia mecánica. Durante su funcionamiento, el hidrógeno se introduce en una cámara de combustión junto con el oxígeno del aire, provocando una reacción química que libera una notable cantidad de energía en forma de calor. Lo más destacable es que un motor de hidrógeno no emite sustancias contaminantes, ya que su única consecuencia es la producción de agua

Ventajas y desventajas del motor de hidrógeno

El motor de hidrógeno presenta varias ventajas significativas, como la reducción de emisiones contaminantes y la eficiencia energética. Además, su funcionamiento limpio y respetuoso con el medio ambiente lo convierte en una opción atractiva para empresas y sectores que buscan reducir su huella de carbono. Sin embargo, a pesar de estas ventajas, el desafío principal que enfrenta la implementación del motor de hidrógeno es la falta de infraestructura adecuada y los altos costos asociados con la implementación de sistemas de hidrógeno. Superar estos obstáculos requerirá una inversión significativa y un compromiso firme por parte de las empresas que deseen adoptar esta tecnología innovadora en sus operaciones.

Motor de hidrógeno en carretillas elevadoras

Cada vez más empresas están inmersas en una continua búsqueda de la sostenibilidad mediante la reducción al máximo de las emisiones. Por ello, trabajamos con motores de nuevas tecnologías, como los de baterías de litio y los de celda de combustible de hidrógeno. Cualquiera de las dos opciones ayudará a que la empresa reduzca el consumo de combustible y energía, y apoque sus emisiones de carbono a la atmósfera.

Si hubiera que resumir en cuatro características principales las ventajas del uso de carretillas de pila de combustible de hidrógeno en la empresa, estas serían: sostenibilidad, fiabilidad, eficiencia y flexibilidad.

No sólo en Toyota, sino en casi todas las empresas, incluso en prácticamente la totalidad de sectores, la tendencia es a usar tecnologías respetuosas con el medioambiente. Lo que supone utilizar energía eléctrica con menor impacto en cuanto a huella de carbono.

Todavía hay reticencias por las limitaciones de la red eléctrica y el tiempo de carga de las baterías; es ahí donde entran las carretillas con pila de combustible, que se cargan en aproximadamente tres minutos y emiten cero emisiones (siempre que se utilice hidrógeno verde).

¿Cómo funcionan las carretillas elevadoras propulsadas por hidrógeno?

La base del funcionamiento de las carretillas de hidrógeno es el sistema de celdas de combustible. En una carretilla, esta está formada por una pila con celdas de combustible, un tanque de hidrógeno de 350 bares, una pequeña batería de litio (que almacenará de manera momentánea el excedente de energía) y un ventilador.

 

Dentro de todo ese conjunto, el sistema para generar energía se inicia cuando el hidrógeno se mezcla con el aire, se produce entonces una reacción que genera agua. Además, también se libera la energía que necesitan los motores eléctricos para alimentar los sistemas de propulsión, elevación e inclinación de la carretilla.

¿En qué tipo de empresas es recomendable el uso del hidrógeno como fuente de energía?

Las ventajas del hidrógeno respecto a otras alternativas, como, por ejemplo, el plomo ácido, son abundantes. La sostenibilidad, el ahorro de costes, la seguridad o la comodidad en la carga son algunas de ellas. Sin embargo, esto no quiere decir que sea la elección correcta en todos los casos.

La decisión deberá basarse en diversas circunstancias que tienen que ver con la empresa y con el modo de funcionar de la misma: el proceso logístico, la complejidad, la naturaleza del trabajo... Son variables que han de evaluarse antes de decidirse por una tecnología de hidrógeno u otra.

Este sistema ofrece multitud de ventajas en el caso de que en la empresa haya flotas grandes o complejas con varios turnos, que suelen requerir la sustitución frecuente de las baterías.

Son, por añadidura, perfectas para instalaciones en las que las carretillas trabajan en entornos fríos (el margen de temperatura de funcionamiento con hidrógeno está comprendido entre los -30º C y los 40ºC).

Para ello, se debe disponer de una infraestructura de hidrógeno. Además, en el caso de utilizar varios tipos de equipos, todos podrían utilizar el mismo dispensador. Si no se tiene tiempo suficiente para la carga de oportunidad, la celda de combustible interna tiene capacidad para satisfacer las necesidades, gracias a su repostaje en pocos minutos.

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En caso de que aún no se esté seguro, proponemos hacer una prueba. Contestar a las preguntas que hay debajo de este texto. Cuantas más respuestas positivas se emitan, más claro está que la tecnología de pila de combustible es ideal para las carretillas de la empresa:

  • ¿Están las carretillas en uso constante?
  • ¿Están las carretillas realizando trabajos de alta intensidad?
  • ¿Se tienen objetivos medioambientales que cumplir?
  • ¿Se dispone de tractores de arrastre en la flota de carretillas?
  • ¿Las carretillas elevadoras necesitan trabajar en entornos fríos o refrigerados?
  • ¿Se tiene una infraestructura de hidrógeno existente?

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Inversión y recomendaciones finales

El mayor problema con el que se encuentran muchas empresas a la hora de optar por carretillas de hidrógeno o de otra tipología es la inversión inicial que se precisa. Esta es alta, no nos vamos a engañar, pero también es fácilmente amortizable.

De hecho, esta amortización comienza prácticamente de manera inmediata, y el tiempo que se tarde en completarla dependerá, en gran medida, de la naturaleza de la operativa.

En general, como ya se ha comentado, las pilas de combustible de hidrógeno tienen especial sentido en empresas con grandes flotas y también cuando las carretillas se usan en varios turnos de manera continua, lo que obligaría a realizar numerosos cambios de batería.

Otro elemento sobre el que se debe reflexionar antes de dar el paso es la forma en la que se va a conseguir el suministro necesario de hidrógeno. Las posibilidades son tres, y la tercera es la más aconsejable:

  1. Transportar el hidrógeno con camiones y almacenarlo.
  2. Transportarlo a través de gaseoductos.
  3. Generarlo en la propia empresa con un electrolizador.

El mejor consejo que se puede dar es que, aunque resulte obvio que los mal llamados motores de hidrógeno son los más efectivos y sostenibles, es imprescindible hacer un intenso estudio previo de las características de la empresa y la operativa. El coste es notable y, de afrontarlo, se debe estar muy seguro de que es la opción adecuada.

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