La robótica colaborativa se encarga del diseño de equipos con la capacidad de trabajar “codo con codo” con las personas (es decir, interactuar en el mismo campo de trabajo). Todo ello de manera confiable y eficiente.
Es tipo de tecnología permite realizar procesos repetitivos, poco ergonómicos o peligrosos para los operarios, sin necesidad de utilizar los engorrosos sistemas de seguridad o cerramientos propios de la instalaciones de robótica tradicional, los cuales suelen restar rapidez y eficiencia.
El principal objetivo de robots colaborativos, denominados también cobots, es poder interactuar eficazmente en un entorno de trabajo con personas, con el objeto de poder liberar a los profesionales de las tareas más repetitivas, peligrosas y sin verdadero valor añadido.
La robótica colaborativa supone un paso de gigante en la relación de los trabajadores con los robots, ya que gracias al desarrollo de dos tecnologías clave: la inteligencia artificial y el machine learning, los cobots tienen la capacidad de aprender de las personas, pudiendo realizar funciones de máxima precisión sin el menor desgaste.
La experiencia en la implantación de cobots en los almacenes ha demostrado con creces que aporta muchos e importantes beneficios, entre los que destacaríamos:
Flexibilidad y escalabilidad para el almacén. Estas máquinas tienen una gran capacidad de adaptación a las diferentes tareas logísticas. Esto permite adecuar los flujos de trabajo del almacén a los pedidos y a los requerimientos de cada estación o fecha concreta del año.
Algunas de las principales aplicaciones de la robótica colaborativa son:
En Toyota Material Handling le podemos ayudar a sumergirse de lleno en la logística del futuro, de la mano de la robótica colaborativa. Seremos su partner de acompañamiento, asesorándole en cada uno de los pasos a ejecutar y resolviendo todas sus dudas, no solo de carácter técnico, sino también de índole operativo o financiero.
La transición de un almacén básicamente manual a otro moderno, automatizado y funcionando con cobots no es fácil. Requiere inversión y formación a los empleados, pero los resultados que pueden obtenerse valen mucho la pena.
Juntos podemos hacer realidad el estimulante proyecto de poner en marcha un centro logístico avanzado, tecnológico y rentable.