Una buena rotación del stock constituye un factor fundamental para que una empresa pueda conseguir unos niveles óptimos de rentabilidad y productividad. Dicho de otro modo, para que una empresa funcione es totalmente imprescindible llevar a cabo una buena planificación, organización, dirección y control del almacén. Para conseguir esto, es básico que la rotación del stock se produzca de un modo adecuado y fluido.
La rotación del stock es una pieza clave en el complejo engranaje de la logística y gestión de almacén, de ahí la importancia capital de calcularlo correctamente y definir las estrategias más adecuadas para mejorar su eficiencia.
Alcanzar una buena gestión de stock sólo es posible si contamos con una información suficiente y fiable de todo lo relacionado con el inventario. En este sentido, nos puede resultar de gran ayuda el Análisis ABC o Control de Inventario, una herramienta que nos permite realizar una práctica clasificación de los productos, en función de cual sea su contribución en la facturación global de la empresa. El Análisis ABC se basa en el Análisis Pareto, o regla 80/20, según la cual en cualquier actividad el 20% del esfuerzo es el responsable del 80% de los resultados.
La rotación de stock o rotación de inventarios es un indicador que nos informa del total de veces que el inventario del almacén requiere ser abastecido con nuevas existencias. Es decir, la cantidad de ocasiones que se ha de proveer al almacén con los productos o las materias primas necesarios para lograr una eficiente gestión logística.
Existe una fórmula matemática para calcular el índice de la rotación del inventario. El cálculo se realiza a partir del importe total de los productos vendidos a precio de coste es decir, al precio que se compran los productos al proveedor. Este se divide entre el valor promedio de las existencias del almacén.
Rotación = Ventas del periodo (precio de coste) / Stock medio del periodo
En definitiva, el índice de rotación -IR- es el número de veces que el inventario necesita ser reabastecido. Cuanto más alto sea el ratio, más positivo es para la empresa, ya que este indica el flujo constante de entradas y salidas de las mercancías del almacén. Esta situación, lógicamente, se traduce en un mayor nivel de ventas.
Este ratio también influye a la hora de ajustar los costes de almacenamiento de la empresa, que es una parte de los costes logísticos. Dichos costes deben ajustarse en función del IR, ya que estos están influidos por la frecuencia con la que se venden los productos. Cuanto más elevado sea el valor del índice de rotación, mayor será la velocidad a la que se vacía el almacén y, por lo tanto, la estrategia logística a adoptar es completamente diferente a la que se usaría con un nivel de ventas inferior.
Es importante considerar que la valoración del stock puede tener diferentes valoraciones contables: FIFO (del inglés First In, Fist Out), es decir, el primero que entra es el primero en salir y se usa para productos perecederos, NIFO, que se basa en el valor de reposición o PFT (precio fijo de transferencia), entre otros.
Esto significa que el proceso logístico tiene un doble valor, ya que, por un lado, actúa de gestor de movimientos físicos o unidades. Al mismo tiempo, a nivel de contabilidad tiene también un valor económico, que es muy importante para la empresa. Entender este concepto nos puede ayudar a comprender la importancia de la rotación de stock en toda su dimensión.
Esta batería de recomendaciones puede ayudarle en la mejora del conocimiento sobre la gestión de stock, así como en su funcionamiento, eficacia y eficiencia:
Toyota le puede ayudar a la correcta gestión de la rotación del stock de su empresa mediante soluciones personalizadas de automatización y robotización.
A través de la automatización de la logística es posible hacer más efectivo, rentable y productivo el trabajo de almacén, incluyendo por supuesto la rotación de stock.
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