Como ya hemos dicho anteriormente, Toyota Production System conecta toda la actividad productiva a la demanda real del cliente. El término que representa esa conexión es takt time.
Takt es una palabra proveniente del alemán que en términos musicales significa compás o intervalo. En nuestro sistema productivo, takt es el ritmo de las ventas en el mercado.
Este ritmo se calcula dividiendo las horas diarias de trabajo entre el número de órdenes de pedido que debemos entregar cada día. Pongamos un ejemplo:
Asumamos que una planta opera 2 turnos al día, de 460 minutos cada uno, haciendo un total de 920 minutos. Si necesitamos completar 200 ordenes por día, nuestro takt time será de 4,6 minutos por orden. Si el volumen de ventas incrementa el requerimiento a 300 órdenes, nuestro takt time se reducirá a 3,067 minutos.
Utilizamos takt times para todos los elementos involucrados en la fabricación. Si el takt time para una de nuestras carretillas es, por ejemplo, 5 minutos, el takt time para su motor será también de 5 minutos. El takt time para las 20 tuercas que fijan las 4 ruedas será entonces 6 segundos por turno (300s /20 tuercas = 15s/tuerca).
En función del takt time en cada línea de montaje, asignaremos más o menos personas a la línea, con tal de adecuar siempre la cantidad de trabajo por operador al ritmo de ventas (takt time).
En función de este factor y del tiempo total de montaje de nuestro producto, podremos estimar el número de puestos de trabajo que será necesario implementar con el fin de lograr una producción en flujo continuo, que cumpla los requisitos de demanda, pero que, a su vez esté dimensionada de forma óptima.
Para ello utilizaremos diferentes modelos de análisis, que en combinación con las herramientas de Standardized Work y los Yamazumi charts nos permitirán dimensionar cada uno de los puestos de forma ideal.
Es a través del takt time, y en combinación con otras herramientas, que somos capaces de adecuarnos a la demanda del cliente, produciendo únicamente lo que es necesario “just in time”, y logrando flexibilizar nuestros procesos adecuándolos a esta demanda en cada momento.
Esto permite reducir nuestras necesidades de inventario agilizando también una reestructuración de los procesos en caso de que la demanda del mercado varíe.
Habitualmente podemos observar este “compás” en nuestras fábricas, ubicado generalmente cercano o en los mismos paneles Andon, y a la vista de todos los trabajadores, con el fin de alinear la producción y minimizar cualquier retraso.
Pero este “takt” no solo es útil a la hora de llevar a cabo las tareas de montaje. También los procesos logísticos alrededor de la línea están vinculados a él. Desde el tren logístico a las operaciones de kitting, todos deben conocer la secuencia en la línea, así como los tiempos de takt, con el fin de coordinar íntegramente la producción y sus procesos complementarios.