Prácticamente todos los sectores industriales están dando pasos importantes hacia la llamada Industria 4.0, caracterizada por la transformación digital y el uso de tecnologías vanguardistas y disruptivas, como la Inteligencia Artificial (IA), el internet de las cosas (IoT) y, muy especialmente, el Big Data.
El Big Data consiste en la recopilación y análisis de grandes volúmenes de datos a través de un software específico con capacidad para transformar toda esta información, en principio desordenada y hasta caótica, en datos procesables y extremadamente útiles. El objetivo del Big Data es utilizar esta información para realizar predicciones, elevar la productividad y tomar las mejores decisiones organizativas, operacionales, financieras, etc.
La Industria 4.0 se caracteriza por tratarse de una auténtica revolución digital de carácter global, donde los diferentes sistemas y procesos se encuentran conectados.
Esta hiperconexión convierte en mucho más importante y productivo el papel del Big Data, puesto que la información proveniente de, por ejemplo, el IoT, puede llegar a transformarse en sistemas de aprendizaje informático gracias a la tecnología IA.
La interconexión entre sistemas, computadoras y la capacidad de análisis de grandes cantidades de datos, provenientes de todo tipo de fuentes y objetos conectados a Internet, hace posible la existencia de smart factories. Es decir, de plataformas o centros de producción inteligentes, dotados de máquinas avanzadas con funcionamiento autónomo y con capacidad para tomar sus propias decisiones.
En definitiva, la aportación del Big Data a la industria 4.0 consiste en dotar de mucha más capacidad y utilidad a otras tecnologías incipientes como el IoT y la IA, al extraer grandes volúmenes de datos, organizarlos, analizarlos y convertirlos en información de alto valor para lograr la excelencia operativa y productiva.
El software de Big Data procesa y analiza la información recopilada y extrae conclusiones relevantes, las cuales ayudan a mejorar todo tipo de operaciones de las empresas. El análisis complejo de datos puede usarse en aplicaciones tan diversas como:
Estos son algunos de los usos del Big Data en el contexto de la Industria 4.0, pero existen muchos más, como por ejemplo: gestión de la cadena de suministro, análisis de no conformidad, tratamiento de residuos y optimización de la sostenibilidad o la eficiencia energética.
Sin un desarrollo adecuado del Big Data, las tecnologías 4.0 se quedan a medio camino a la hora de extraerle todo el valor potencial de la información proveniente de las bases de datos de las empresas y, sobre todo, de sensores, etiquetas RFID y dispositivos englobados en lo que se conoce internet de las cosas (IoT).
El análisis complejo de grandes volúmenes de datos es el único método efectivo para generar patrones de análisis predictivo, lo que permite a la maquinaria que conforma la Industria 4.0 funcionar de forma autónoma y con precisión. Además, las conclusiones generadas a partir del Big Data constituyen una referencia de primer orden para tomar la mejores decisiones empresariales. En definitiva, sin el Big Data no es posible la existencia de la Industria 4.0, ni tampoco de su progreso y desarrollo.
Toyota Material Handling utiliza el Big Data para optimizar la gestión de las carretillas elevadoras inteligentes teniendo en cuenta puntos clave como costes, seguridad, productividad, seguridad y medio ambiente. Por ejemplo, a través del análisis de horarios, tipos de trabajo o dificultad de conducción, podemos perfeccionar la asignación de tareas a los operarios y mejorar así los procesos.