Con el objeto de poder dar respuesta a las cada vez mayores exigencias de los clientes, las empresas están obligadas a estar lo suficientemente preparadas para asumir los retos de logística de las temporadas y días de alta demanda de productos, como por ejemplo el Black Friday.
.jpg?width=768&height=400&name=27370_768x400_toyota%20mh%20(1).jpg)
La gestión de un almacén o centro logístico ante una fecha como el Black Friday es uno de los grandes retos de la logística, en especial de la logística del e-commerce. En este día y en otras fechas especialmente señaladas, las empresas compiten ferozmente para conseguir el mayor número de ventas, apoyándose principalmente en lograr unos plazos de entrega los más cortos posibles.
La clave para el éxito reside en disponer de una logística optimizada, con capacidad para afrontar con garantías los picos de trabajo, sin cuellos de botella que impidan entregar los pedidos a tiempo y sin errores.
El origen del Black Friday
El Black Friday, o viernes negro, tiene su origen en los años 60 en la ciudad de Filadelfia (EUA). Décadas más tarde, sobre todo a partir del 2010, la globalización de la economía y del comercio y, muy especialmente, el auge del comercio online, este día se fue extendiendo al resto del mundo como una fecha clave de rebajas en el mes de noviembre, antes de la temporada de Navidad.
Hoy en día, el Black Friday es uno de los eventos de ventas más potentes de todo el año, que en EEUU coincide con la fecha siguiente al día de acción de gracias.
Cómo optimizar la logística en el Black Friday
Existen algunas buenas prácticas y estrategias que ayudan a superar los altos volúmenes de pedidos en fechas como el Black Friday y, en general, en las temporadas altas. Las más relevantes y efectivas pueden ser las siguientes:
- Analizar las operaciones logísticas. La preparación de los pedidos (picking) es una de las tareas logísticas que más recursos de todo tipo consume (espacio, personal, tecnología…), por lo que cualquier factor de mejora puede marcar la diferencia. Por ejemplo, es aconsejable contar con suficientes existencias de packaging (envase + embalaje) y guardarlo lo más cerca posible de la zona de consolidación y así evitar viajes inútiles.
- Revisar a fondo las distintas etapas del funcionamiento del almacén. Cómo por ejemplo la recepción de mercancías, el picking o su expedición.
- Estudiar el layout (distribución en planta) y ajustarlo en caso necesario. Una vez analizadas las operaciones, es necesario contar con información relativa a las previsiones de pedidos para determinar si hay que hacer un cambio temporal de la distribución de los recursos. Solo de esta forma podremos afrontar con éxito el Black Friday y otros días de temporada alta. Es fundamental organizar los productos, los equipos y el personal en función de la previsión de la demanda.
- Aprovechar las ventajas de la automatización. Automatizar la operativa, aprovechando las posibilidades actuales de un Software de Gestión de almacén (SGA) de calidad evita errores y fallos de coordinación, por lo que se gana en rentabilidad y eficacia.
- Optimizar los recursos y el almacenamiento. Debemos estar seguros de que nuestro almacén está verdaderamente preparado para hacer frente al volumen de pedidos que se avecina en una fecha como el Black Friday. El control del stock, y la optimización del espacio es fundamental para evitar cuellos de botella y, al mismo tiempo, agilizar la preparación de pedidos y la distribución.
- Implantar unas políticas de devolución efectivas. La logística del Black Friday no termina en las ventas: la gestión de las devoluciones (logística inversa) tiene, prácticamente, el mismo nivel de importancia. Una buena solución para que el aumento de las devoluciones sobrepase nuestras capacidades es colaborar con proveedores de logística externos (3Pl, Third Party Logistics).
Por último, no podemos obviar que sin una comunicación efectiva con los clientes, el resto de estrategias serán insuficientes para conseguir una buena campaña de ventas en temporadas de alta demanda. Debemos asegurarnos de que los consumidores estén, en todo momento, bien informados sobre el estado de sus pedidos, cualquier posible retraso y cómo devolverlos si no son de su agrado.
