El Modelo de Wilson o Sistema EOQ (Economic Order Quantity, que en castellano puede traducirse por cantidad de lote económico) es un método de gestión de stock y almacenaje muy utilizado en logística, principalmente para reducir costes de inventario.
El Modelo Wilson consiste en calcular, de manera exacta, la cantidad adecuada y el precio de cada pedido, sin aproximaciones ni redondeos. De esta manera, evitamos costes innecesarios o fallos matemáticos. Es un modelo muy sencillo de usar e implantar, siendo esta una de sus grandes ventajas y el principal motivo de su popularidad.
La utilidad básica del modelo Wilson es que permite calcular cada cuánto y en qué cantidad hay que realizar un pedido a un proveedor, garantizando así una adecuada gestión de stock.
Aunque, como veremos a continuación, se trata de un modelo bastante rígido, por lo que tiene importantes limitaciones, no siendo útil ni viable para todas las empresas o líneas de negocio.
Se minimizan los costes de adquisición.
Permite optimizar el almacenamiento.
Se evitan los excesos de stock.
Ayuda a garantizar que contaremos con el suficiente stock para atender la demanda en todo momento.
Es posible conocer la cantidad correcta a adquirir en cada pedido.
Se evitan las temidas roturas de stock.
Su implementación es sencilla y fácil de aprender y ejecutar.
Optimiza el volumen de compra de cualquier producto necesario, especificando cuándo hay que realizar un pedido a un proveedor y en qué cantidad.
Permite determinar el punto de pedido (cuándo realizar cada pedido), teniendo en cuenta el lead time (tiempo de reacción) y el stock de seguridad.
La metodología Wilson puede aplicarse a cualquier tipo de mercancía, no solo a materias primas.
Algunas desventajas o limitaciones
La principal desventaja de esta solución matemática son sus limitaciones de aplicabilidad, puesto que únicamente es viable en empresas que cumplan con esta dos condiciones:
Esto significa que el modelo de Wilson no es adaptable en empresas con demandas estacionales, puntuales o irregulares. Además, no contempla situaciones especiales, como podrían ser los descuentos por volumen de compra.
En definitiva, gracias a aplicar el Modelo de Wilson en la gestión del stock, la empresa puede optimizar la adquisición de pedidos y, de esta forma, minimizar los costes totales de almacenamiento y compra. En contrapartida, este modelo solo es aplicable cuando la demanda y los precios sean constantes a lo largo del año, resultando inservible en situaciones fluctuantes o complejas.
En el grupo Toyota la fórmula matemática del método Wilson, que como hemos visto responde a una premisas muy concretas y es limitada y mejorable, ha sido sustituido por sistemas más completos, eficaces y sin limitaciones basados en el Toyota Production System, como el Kanban o el Just in Time.