Un aspecto fundamental de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) es que traslada al empresario o empleador la responsabilidad de garantizar la protección contra accidentes y la seguridad laboral de los empleados.
Siendo imprescindible proporcionar a los trabajadores medios de protección colectivos y sistemas de protección individual (EPIs), así como una formación e información de calidad. En lo que respecta a las condiciones de seguridad que deben cumplirse en los almacenes, estás están indicadas en el Real Decreto 486/1997, donde se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
En general, un almacén es un espacio de trabajo en el que los empleados están expuestos a diferentes riesgos: caídas, atropellos, golpes, incendios, contactos con sustancias nocivas, sobreesfuerzos etc. Esto se debe a las características propias del trabajo logístico: manipulación manual de cargas (que pueden llegar a ser muy pesadas), circulación de carretillas y otros elementos de manutención, ubicación en estanterías en altura etc.
La seguridad en el almacén es esencial para el éxito y la eficiencia de las operaciones en los sectores de comercio, logística, distribución y comercio electrónico.
En un entorno donde la rapidez y la eficacia son vitales, prevenir accidentes se convierte en una prioridad para asegurar no solo la integridad física de los trabajadores, sino también la continuidad y eficiencia de las operaciones comerciales. Por ello, las normas de seguridad y las medidas preventivas son la base sobre la cual se construye un entorno de trabajo seguro. Todo esto contribuye significativamente a reducir los riesgos de accidentes.
La seguridad abarca una amplia gama de acciones, desde la evaluación de riesgos hasta la adopción de tecnologías avanzadas para la monitorización y control de las operaciones. La integración de sistemas de gestión de seguridad que utilizan datos en tiempo real para identificar peligros potenciales antes de que se conviertan en incidentes es un ejemplo de cómo la innovación tecnológica puede fortalecer las medidas de seguridad.
Para garantizar la seguridad de los empleados es imprescindible establecer planes de prevención de riesgos laborales. Dichos planes de prevención deben estar definidos por profesionales cualificados y teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada almacén o centro de distribución.
En la prevención de riesgos laborales en un almacén es fundamental identificar todos los posibles riesgos e implantar medidas y sistemas enfocados en evitarlos, siendo necesario establecer y cumplir escrupulosamente una estrictas pautas de seguridad.
Estos serían los pasos a seguir en la elaboración de una estrategia que garantice la seguridad en un almacén:
En esta cuestión hay que tener en cuenta diversos aspectos, cómo elegir estanterías que respondan a las necesidades de la a operativa no solo teniendo en cuenta el peso o las dimensiones de las cargas, sino también el entorno y tipo de manipulación que se va a realizar.
En el trabajo de almacén es imprescindible apilar las cargas de tal forma que se asegure su estabilidad. También es recomendable utilizar dispositivos de retención, como fundas de plástico, redes o cintas, que garanticen que no habrá desprendimientos y que la mercancía no se va a mover.
Para garantizar el buen estado de los sistemas de almacenamiento, de las carretillas y de otros elementos de manutención se debe poner en marcha un plan de inspecciones periódicas, con el fin de detectar anomalías y solucionarlas de forma inmediata.
También es importante elaborar un registro donde quede constancia, de forma muy exhaustiva, tanto los desperfectos detectados como los trabajos de reparación que se han llevado a cabo para solucionarlos. Esto se puede hacer tanto con un Software de Gestión de Almacenes (SGA) propio como con un proveedor externo.
El sistema de gestión de flota l_Site de Toyota Material Handling utiliza los datos enviados a la nube por las carretillas inteligentes para, entre otras cuestiones, garantizar el mantenimiento idóneo y, por lo tanto, la seguridad de las carretillas.
Formar e informar debidamente a los trabajadores sobre la prevención de riesgos laborales es la mejor opción para mantener las medidas de prevención en almacenes. Los operarios deben conocer de qué manera efectuar las distintas tareas siguiendo los protocolos establecidos. Por ejemplo, cómo manejar las cargas o preparar los pedidos de tal forma que se garantice su seguridad.
Para contar con una buena prevención de riesgos laborales, los almacenes deben contar con zonas de trabajo separadas, específicas y bien señalizadas para las diversas tareas: almacenamiento, circulación, preparación de los pedidos, etc. Esto, sin duda, mejora la organización del trabajo y añade un extra de seguridad.
Un almacén o centro de distribución es un entorno laboral en el que, debido a la naturaleza del trabajo, existe una probabilidad considerable de que ocurran accidentes, de ahí la importancia de un plan basado en medidas preventivas, veamos algunas de ellas:
Una vez identificadas las causas más probables de accidentes, el siguiente paso es llevar a cabo una evaluación adecuada de los riesgos en un almacén.
Esta evaluación se plasma, esencialmente, en un documento que incluya:
En Toyota Material Handling estamos especializados en la automatización de procesos logísticos, con lo que además de ganar en productividad reducimos al mínimo la exposición a situaciones de riesgo a nuestros empleados. No obstante, aunque la automatización puede ayudar en la seguridad, nunca hay que bajar la guardia.
Por este motivo, los elementos de seguridad adicionales juegan un papel fundamental. En Toyota Material Handling contamos con soluciones que reducen los riesgos del trabajo de almacén, entre ellos: máquinas dotadas de iluminación extra para facilitar el trabajo a los operarios y reducir el riesgo de accidentes, cámaras situadas en las horquillas o en la parte trasera de la carretillas o luces giratorias, balizas intermitentes, sistemas de detección de peatones, etc.