El kitting logístico es un proceso fundamental dentro de la gestión de almacenes y cadenas de suministro (SCM).
Básicamente, este método consiste en agrupar y organizar todas las piezas y componentes que conforman un producto, generando un kit listo para su procesamiento en las siguientes fases, como el ensamblaje o el packaging (envase + embalaje). Esta técnica permite mejorar la eficiencia y reducir los tiempos operativos dentro del almacén.
El kitting es un proceso que tiene como objetivo primordial optimizar el tiempo y el trabajo de las líneas de ensamblaje. Para lograr dicha optimización es importante seguir las siguientes estrategias:
El kitting es especialmente útil para productos con múltiples componentes o personalización específica. Seleccionar correctamente los artículos evitará desperdicios de tiempo y recursos, además de facilitar el manejo eficiente de materiales mediante carretillas elevadoras, que desempeñan un papel fundamental en la logística interna.
Establecer áreas bien definidas para el kitting permite agilizar la selección y agrupación de productos, reduciendo desplazamientos innecesarios y optimizando el flujo de trabajo.
Tecnologías como sistemas de picking automatizado, RFID, robots y software de gestión de almacenes (SGA) mejoran la precisión del proceso y aceleran la preparación de kits.
Implementar técnicas como put-to-light y pick-to-light ayuda a minimizar errores, acelerar la recolección de productos y maximizar la eficiencia.
Estudiar qué productos tienen mayor rotación facilita la planificación del kitting, asegurando que los kits necesarios estén listos cuando sean requeridos.
Ubicar productos y kits en zonas estratégicas minimiza los desplazamientos de operarios, reduciendo el tiempo de preparación y agilizando la entrega a las líneas de ensamblaje o packaging.
El uso de carretillas elevadoras, transpaletas y otros sistemas de manipulación agiliza el movimiento de los materiales dentro del almacén.
Un sistema de gestión de almacenes (SGA) proporciona un mejor control sobre el inventario, asegurando un flujo eficiente del kitting y reduciendo errores.
La formación del personal es clave para asegurar que el proceso de kitting se lleve a cabo de manera eficiente y con la menor cantidad de errores.
El uso de KPIs (indicadores clave de rendimiento) permite evaluar el rendimiento del kitting, detectar áreas de mejora y realizar ajustes constantes para mantener la eficiencia.
El kitting no solo optimiza tiempos, sino que también proporciona beneficios adicionales a la gestión del almacén y la SCM:
La clave del éxito del kitting logístico radica en la mejora continua, adaptándose a nuevas tecnologías y optimizando procesos para garantizar la máxima eficiencia en el almacén.
Toyota es un referente mundial en mejora continua, gracias a su filosofía Kaizen, que significa "cambio para mejor" en japonés. Este enfoque se basa en la idea de que pequeñas mejoras constantes en los procesos pueden generar grandes avances en eficiencia y calidad.