El almacenamiento logístico puede clasificarse de diversas maneras, atendiendo a criterios como ubicación, condiciones de conservación, técnicas empleadas o nivel de automatización.
Principales tipos de almacenamiento según su función operativa:
1. Almacenamiento cross-docking:
El almacenamiento cross-docking evita el acopio prolongado de mercancías. Los productos se reciben, clasifican y redistribuyen rápidamente hacia su destino final, sin permanecer en inventario ni requerir procesos de manipulación extensiva.
Este tipo de almacenamiento actúa como punto de conexión entre proveedores y clientes finales, permitiendo una transferencia ágil de mercancías. Su uso reduce significativamente los tiempos de espera y mejora la eficiencia de la cadena de suministro (SCM).
Este tipo de almacenamiento se emplea en el ámbito de la alimentación y el retail. Por ejemplo, los proveedores de una cadena de supermercados pueden enviar productos de distintas categorías (pescado, verduras, etc.) a un único almacén, donde se agrupan antes de ser distribuidos en cada tienda.
2. Almacenamiento de distribución
Los almacenes de distribución (o de suministro), se ubican estratégicamente cerca del cliente final. Su función es garantizar la disponibilidad de productos en una zona determinada y reducir al mínimo los tiempos de entrega.
En este tipo de almacenamiento se reciben mercancías desde los centros de producción y se almacenan hasta que se envían al cliente, evitando interrupciones en el suministro.
Generalmente, se almacenan productos de alta demanda en la región, lo que se traduce en grandes volúmenes de palets de una sola referencia y alta rotación. Gracias a estos tipos de almacenamiento, los tiempos de entrega se acortan significativamente.
3. Almacenamiento de aprovisionamiento o producción
Este tipo de almacenamiento se utiliza para guardar los materiales necesarios para los procesos de fabricación: materias primas, componentes, piezas y productos semielaborados.
Su función es abastecer las líneas de producción de forma continua, evitando paradas en la fabricación. Por ello, los almacenes de aprovisionamiento, suelen estar ubicados junto a las plantas industriales, e incluso conectados directamente mediante sistemas automatizados de transporte que llevan los materiales desde el almacén hasta la línea de producción.
4. Almacenamiento de picking
El almacenamiento de picking está diseñado para facilitar la preparación de pedidos de forma rápida y precisa. Para ello, se emplean sistemas de almacenamiento con acceso directo a las mercancías, como estanterías específicas para cargas pesadas.
La eficiencia de estos tipos de almacenamiento se mide por la optimización del tiempo, el espacio y los costes. Por eso, suelen incorporar soluciones manuales o automatizadas que agilizan el proceso de picking, como estanterías dinámicas.
5. Almacenamiento de consolidación
Este tipo de almacenamiento permite agrupar pedidos para facilitar su expedición, especialmente para empresas que gestionan un gran volumen de envíos. Los productos se organizan por referencia, ruta de entrega o cliente final, lo que simplifica la salida de mercancías.
La incorporación de sistemas automáticos como transportadores secuenciales o clasificadores (sórters) permite organizar los envíos según la estrategia logística, reduciendo significativamente los costes de transporte
6. Almacenamiento de tránsito
A diferencia de un centro de distribución, estos tipos de almacenamiento no acumulan inventario. Son espacios temporales utilizados para guardar mercancías mientras esperan ser trasladadas a su destino final.
Los almacenes de tránsito se ubican principalmente en puertos, aeropuertos, zonas francas o puntos fronterizos, y su permanencia suele ser de cortos periodos (horas o pocos días). Estos están sujetos a regulaciones aduaneras, velando por la custodia antes de la verificación documental.
El principal propósito para este tipo de almacenamiento es facilitar el flujo de mercancías en tránsito, evitando retrasos durante operaciones de importación, exportación o trasbordo.
Son esenciales para la logística internacional y multimodal, ya que reducen tiempos muertos en la cadena de suministro (SCM).
5 tips para elegir los tipos de almacenamiento más adecuados para su empresa
Elegir el tipo de almacenamiento más adecuado para su negocio es una decisión estratégica que puede impactar directamente en la eficiencia operativa, los costes logísticos y la satisfacción del cliente.
Estas son las principales claves para tomar una decisión acertada:
1. Analizar los productos y su rotación
Es importante hacerse estas preguntas sobre los productos para decidir si se necesita un sistema que priorice accesibilidad rápida (como estanterías dinámicas) o conservación a largo plazo (como almacenamiento refrigerado): ¿Son perecederos o duraderos?, ¿Tienen tamaños o formas especiales?, ¿Cómo de rápido se mueven en inventario?
2. Evaluar el espacio disponible
Considerar tanto el área horizontal como el espacio vertical, con el objetivo de valorar si pueden instalar estanterías altas, carruseles verticales o sistemas móviles. Optimizar el uso del espacio es clave para reducir costes y aumentar la capacidad de almacenamiento.
3. Priorizar la eficiencia operativa
Es importante determinar cómo se realiza el picking y el embalaje y qué tipos de maquinaria o tecnología son necesarios.
El diseño del almacén debe facilitar el flujo de productos, minimizar tiempos de desplazamiento y reducir errores.
4. Buscar la flexibilidad y escalabilidad
El almacén debe adaptarse fácilmente a cambios, permitiendo reconfigurar estanterías o expandirse sin grandes inversiones, sobre todo si nuestra demanda varía por temporada o si se planean introducir nuevos productos.
5. Considerar el coste total y el retorno de inversión
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