Para poder satisfacer de manera efectiva las necesidades presentes y futuras de la logística, no basta con implementar un software de gestión para controlar el inventario. Con el auge del e-commerce y, en consecuencia, del aumento del número y complejidad de los pedidos, así como la reducción a 24 o 48 horas como máximo del plazo de entrega de los productos, muchos almacenes han evolucionado hacia sistemas mucho más ágiles y eficaces, optando por el almacenamiento automático.
Los almacenes automatizados están dotados de maquinaria de última generación: transelevadores, carretillas elevadoras, equipos periféricos, vehículos de guiado automático (AGV), robots móviles autónomos (AMR), etc. Esta tecnología permite realizar, tras una programación previa, las principales tareas del almacén de forma autónoma y eficiente.
La correcta implantación del almacenamiento automático en un almacén se traduce en una aceleración de los flujos de trabajo, permitiendo una expedición de pedidos y gestión de las devoluciones, mucho más rápida, eficaz y prácticamente libre de errores.
Los almacenes automatizados se clasifican principalmente según el tipo de unidades de carga que manejan, como paletas, contenedores, cajas, entre otros, y los elementos de automatización utilizados, como almacenes con transelevador y almacenes con lanzaderas de nivel. Otra posible diferenciación tendría en cuenta las estanterías: es si estas ofrecen acceso directo (profundidad simple) o son por compactación (de doble o más profundidad).
El almacenamiento automático para pallets se realiza, normalmente, con transelevadores. Estos se instalan en cada uno de los pasillos y, al existir en el mercado distintos tipos, con tamaños y prestaciones muy variadas, no es difícil encontrar el que mejor se adapte a las necesidades de su almacén o centro de distribución.
La versión para pallets completamente automatizada es el sistema Shuttle. Consiste en un carro que, funcionando de forma autónoma, se introduce en los distintos pasillos de almacenaje y, a continuación, coloca cada uno de los pallets en la parte más profunda de las estanterías.
Para almacenar cajas de manera automática se pueden utilizar, básicamente, dos sistemas: Miniload y Sistema Shuttle.
Contar con un almacén automático conlleva diversos beneficios logísticos, tales como:
Optimización del espacio. Con el almacenamiento automático, se obtiene una mayor capacidad de almacenaje con menos espacio, lo que agiliza el trabajo y ahorra costes en el alquiler o compra de m2 de almacén.
La automatización de procesos logísticos ofrece importantes beneficios a las empresas, entre ellos la reducción de costes operacionales y la mejora de la eficiencia energética. De cualquier modo, para sacarle todo el partido y la máxima rentabilidad a las soluciones automatizadas, consiguiendo un rápido y rentable retorno de la inversión, es fundamental que el grado de automatización se implante de manera progresiva y en su justa medida.
En Toyota Material Handling contamos con un equipo de expertos que, una vez analizado cada caso, detectará, junto al cliente, cuáles son los procesos ineficaces o innecesarios y cómo añadir valor añadido con la automatización logística.