Los generación de gases de efecto invernadero es uno de los efectos colaterales más dañinos de la mayor parte de las actividades industriales. La cadena de suministro incluye diversas etapas: producción, packaging (envase + embalaje), transporte, etc. y cada una de ellas provoca, en mayor o menor medida, un cierto grado de contaminación.
Para evitar estos efectos perniciosos contra el medioambiente se ha creado el concepto de descarbonización de la cadena de suministro, que es el proceso de reducción o eliminación de las emisiones de gases de efecto invernadero en cada etapa de dicha cadena.
Importancia de la descarbonización de la cadena de suministro
No es posible alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero sin la descarbonización de la cadena de suministro. Esto implica un gran beneficio: lograr una posición de ventaja en la lucha contra el cambio climático.
Otras ventajas de la descarbonización de la cadena de suministro son:
- Optimización de la eficiencia de los procesos.
- Reducción de los costes operativos
Mejora de la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa.
Factores clave de la descarbonización de la cadena de suministro
Para descarbonizar eficazmente la cadena de suministro es necesario poner en marcha estrategias multifactoriales, que actúen sobre distintos factores clave. También es necesario la colaboración y la involucración de proveedores y partners.
Algunas de estas estrategias serían:
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Uso de fuentes de energía renovable y tecnologías sostenibles
Una de las formas más efectivas de descarbonizar la cadena de suministro es mediante el uso de fuentes de energía renovables en todas las etapas, como la energía solar o eólica. Ya sea de producción propia o con energía con certificación de origen renovable.
Otro factor importante es que el packaging (envase + embalaje) sea renovable o reciclable, es decir, proceda de la economía circular.
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Potenciar la eficiencia energética
También es importante mejorar la eficiencia energética en cada etapa de la cadena de suministro. Algunas acciones en este sentido serían: utilizar medios de transporte sostenibles, reducir el desperdicio e implementar tecnologías más eficientes en la producción y distribución.
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Apostar por tecnologías más eficientes y sostenibles
Las empresas pueden adoptar tecnologías más eficientes y sostenibles en todas las etapas de la cadena de suministro para reducir las emisiones de GEI. Por ejemplo, las empresas pueden adoptar tecnologías de producción más eficientes, como la energía solar o eólica, y utilizar materiales más sostenibles.
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Fomentar la colaboración con proveedores
Es fundamental que las empresas trabajen conjuntamente con sus proveedores, partners y socios para, de manera conjunta e integrada, fomentar la reducción de emisiones en las distintas operaciones. De esta forma, es posible conseguir una reducción significativa de las emisiones de la cadena de suministro en su totalidad.
Otra línea de trabajo a favor de la descarbonización es la introducción de criterios de sostenibilidad a través de una flota de vehículos de bajas emisiones, incluyéndolos en los pliegos de condiciones de los contratos con el proveedor.
- Medición, análisis y monitoreo
A través de la monitorización de las emisiones de carbono en las diferentes fases de la cadena de suministro es posible identificar aquellas áreas críticas que necesiten ser mejoradas. Además, estos análisis permiten la definición de objetivos concretos y viables y el seguimiento en tiempo real de la reducción de emisiones.
No debemos obviar que la descarbonización de la cadena de suministros plantea también algunos retos que pueden dificultar o retrasar su implantación. Por ejemplo, la dificultad de llegar a un consenso con los proveedores sobre los niveles de reducción de CO₂, o bien encontrar la metodología idónea para recopilar datos y realizar un seguimiento eficaz.
