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Tipos de almacén: características y beneficios

Escrito por Jaime Mira Galiana | 07-jun-2024 6:00:00

Existen varios sistemas para clasificar los diferentes tipos de almacenes. Estos se pueden catalogar, entre otras cuestiones, según su funcionalidad, ubicación respecto a los centros de fabricación, proveedores o clientes finales, tipo de construcción, técnica o método de almacenamiento utilizado o, incluso, por el grado de automatización.  En este artículo vamos a hablar de la clasificación de los almacenes según su función logística.

¿Qué tipos existen?

Existen diversos tipos de almacenes que se pueden clasificar según su función logística. Entre las clasificaciones más utilizadas, encontramos 4 grandes tipos de almacén que están directamente relacionados con la función para la que han sido diseñados y organizados:

  • Almacenes centrales o reguladores
  • Almacenes regionales
  • Almacenes de tránsito
  • Almacenes temporales

Estas clasificaciones son clave para determinar el tipo de almacén más adecuado según las necesidades logísticas de cada empresa, teniendo en cuenta factores como la ubicación geográfica, características de la instalación, logística propia de la empresa y otros aspectos relevantes. La elección del tipo de almacén adecuado es esencial para garantizar una logística eficiente y satisfacer las expectativas de clientes y proveedores. Veamos sus principales características y beneficios:

1. Almacenes centrales o reguladores 


Muchas veces estos almacenes se encuentran lo más cerca posible del centro de fabricación, aunque en la actualidad no siempre es posible, debido a la globalización de las industrias y otras causas. En cualquier caso, por lo general se trata de almacenes de gran tamaño, desde donde se gestiona un gran cantidad de mercancías, que luego se distribuyen entre almacenes más pequeños, que son los que vamos a explicar a continuación. 

En estos almacenes centrales o reguladores se reciben mercancías de las distintas fábricas y, una vez gestionado el stock, pasan a disponibilidad para venta.

2. Almacenes regionales

Este tipo de almacenes no difieren demasiado, en funcionamiento y organización logística, de los almacenes centrales o reguladores. La diferencia principal es que se ubican en una zona de expedición menor, para poder cubrir las necesidades de un ámbito geográfico concreto, y así poder distribuir los productos más rápidamente.

3. Almacenes de tránsito

Este tipo de almacén se convierte en una pieza fundamental en la cadena logística cuando las distancias entre los almacenes regionales y el punto final de venta son demasiado extensas o las conexiones logísticas no son lo suficientemente eficientes.

En otras palabras, estos almacenes actúan como un punto estratégico intermedio que garantiza la llegada de la mercancía al consumidor final, evitando retrasos y asegurando una distribución ágil y oportuna.

4. Almacenes temporales

Como su nombre indica, se utilizan para almacenar stock u otro tipo de materiales de forma temporal. Se usan, sobre todo, durante aquellas temporadas donde la demanda de un producto es más elevada. De esta forma, se consigue generar un stock avanzado  para ganar tiempo y evitar que haya roturas en la cadena de suministros.

Aspectos a tener en cuenta para elegir un tipo de almacén

A la hora de decidir qué tipo de almacén crear e implementar debemos valorar, de manera integral, diferentes aspectos:

  • Funciones concretas dentro de la logística.
  • Características de la instalación: ubicación geográfica, metros cúbicos disponibles, tipos de estanterías, etc.
  • Logística propia de cada empresa: tipo de producto, rotación, carretillas y otros equipos de manutención o metodología de almacenamiento, sistemas de preparación de pedidos (picking), funcionamiento de la logística inversa, etc. 

Cada tipo de almacén y organización logística tiene sus propias ventajas e inconvenientes. La clave está en encontrar el sistema que más se adapte a las necesidades de cada empresa, teniendo en cuenta factores como la distancia entre las plantas de fabricación y los consumidores finales, el tipo de artículo, rotación de stock y un largo etcétera. 

Importancia de elegir el sistema de almacenaje adecuado

Por tanto, la calidad del almacenamiento juega un papel fundamental en la cadena de suministro al mejorar los tiempos de entrega y reducir las pérdidas en el almacén. Esto no solo garantiza ofrecer un servicio superior y destacar en un mercado competitivo, sino que también resulta en un aumento de beneficios a largo plazo.

En consecuencia, contar con un almacenamiento de calidad se vuelve esencial para el crecimiento de cualquier negocio. Por ello, comprender las diversas formas de almacenaje logístico y seleccionar la más adecuada según las necesidades específicas de cada empresa y su mercado objetivo es de suma importancia.

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