El etiquetado y codificación de mercancías es un proceso fundamental en el almacén, puesto que garantiza la correcta identificación no sólo de la mercancía, sino también de las diferentes zonas y elementos que intervienen en las operativas logísticas.
Pese a ser un elemento simple en apariencia, las etiquetas tienen un papel fundamental en cualquier almacén, al permitir la codificación de productos, estanterías, soportes de carga, etc. de forma rápida y precisa. Un etiquetado adecuado minimiza los errores en el almacén, ayudando a conseguir el máximo nivel de rentabilidad y productividad.
Tipos de etiquetas en el almacén
Existen diferentes tipos de etiquetas, pero todas tienen una función común: ligarse de modo inequívoco a cada producto o elemento que requiere de una codificación adaptada a su operativa diaria.
Estos son los etiquetados más frecuentes en almacenes o centros de distribución:
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Codificación de mercancía
Es el sistema de etiquetado más común en un almacén, existiendo múltiples sistemas para codificar los productos, como: el código de barras GS1-128, los códigos tridimensionales (QR) o los sistemas inteligentes mediante radiofrecuencia (RFID), entre otros.
A su vez, dentro de las etiquetas de mercancía podemos distinguir entre:
- Etiquetas de contenido, la cuales permiten identificar paquetes y lotes evitando la necesidad de abrirlos. Ofrecen información básica como: descripción de la mercancía y sus principales características, número de unidades que componen cada lote o número de artículos que configuran la unidad de venta.
- Etiquetas de manipulación o uso, que pueden ser obligatorias u opcionales y ofrecen información importante para la seguridad y el uso de operarios y clientes. Las más comunes son: las etiquetas de peligrosidad y las etiquetas de consumo o uso, que contienen datos como la fecha de fabricación, caducidad, consumo preferente, ingredientes, etc.
- Etiquetas informativas, con instrucciones para manipular o transportar con seguridad un artículo o sobre cómo utilizarlo.
- Etiquetas de procedencia y destino, cuya función es facilitar información sobre el país de fabricación y el transporte. Estos datos pueden ser necesarios para asuntos aduaneros o fiscales.
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Codificación de sistemas de almacenaje y ubicaciones:
la codificación en logística suele incluir también el etiquetado de estanterías, pasillos y otras áreas básicas de la instalación. Es muy habitual codificar las estanterías o las ubicaciones de almacenaje con etiquetas autoadhesivas numéricas o alfabéticas para facilitar el trabajo a los operarios, todo ello controlado por un Software de Gestión de Almacenes (SGA).
Proceso de etiquetado y codificación en el almacén
La actividad de etiquetado y codificación se realiza en la zona de recepción de mercancías del almacén y consta de los siguientes pasos:
- En el momento que llega un producto o unidad de carga al almacén y antes de proceder a su almacenaje, se le coloca una etiqueta con un código de identificación interna. Esta codificación ofrece datos sobre el tipo de artículo, las unidades que componen el lote, su ubicación, etc. Esta labor permite localizar y gestionar eficazmente el stock, siempre integrado con el SGA.
- Las etiquetas se colocan en el lugar más visible (es necesario como mínimo en 2 lados para procesos de lectura posterior), de forma que permita su lectura óptica o automática con medios mecánicos, por láser o por el personal encargado de su manipulación. Los soportes de etiqueta más utilizados son: soportes ópticos (etiquetas de papel o similar con un código alfanumérico) soportes magnéticos (bandas magnéticas que funciona con radiofrecuencia – RFID -, conocidas como etiquetas inteligentes) y soportes inductivos (un chip que almacena la información de la etiqueta).
En Toyota Material Handling buscamos la excelencia a través de la automatización de procesos y en la implementación de los sistemas de trabajos más eficientes, basados en el Toyota Production System (TPS). Por ejemplo, los robots de escaneo de productos permiten evitar las roturas de stock. Estas máquinas escanean los códigos de barras y etiquetas para adquirir y generar información y, posteriormente, tomar las mejores decisiones de forma autónoma y automatizada.
Si a esta tecnología le sumamos la conexión online y en tiempo real con el almacén y los proveedores o el picking automático obtenemos como resultado el servicio más rápido y efectivo, con el que lograr la total satisfacción de los clientes.