Gestionar un almacén no es una tarea simple. Principalmente esta tarea está compuesta por un conjunto de fases relacionadas entre sí las cuales deben coordinarse evitando así todo cualquier tipo de problema.
Es un campo tan amplio que, a veces, es complicado saber por dónde empezar a la hora de abordarlo. Por este motivo, en este artículo repasaremos paso a paso cada uno de los procesos logísticos que componen la gestión del almacén y algunas recomendaciones sobre cómo optimizarlo.
Esta primera fase es un etapa donde no pueden cometerse fallos y por ello, con el fin de evitarlos, se debe de considerar la existencia de un buen sistema de información y planificación. El proceso de recepción de mercancías está compuesto por 5 etapas:
En esta fase se tiene como objetivo principal ubicar las mercancías eficientemente maximizando así los resultados:
Es la etapa que depende mayormente por la demanda del producto en el mercado actual. En esta etapa de preparación de pedidos, para poder concretar el número de pedidos previstos a recibir y poder tener suficientes existencias, necesitaremos trabajar bajo el apoyo del big data y las previsiones de demanda.
No podemos olvidar la gran importancia del coste logístico y la sostenibilidad en la cadena logística y que servirán para determinar la rentabilidad que tiene la empresa.
Si no nos encontramos ante la devolución de un pedido, estaríamos ante la fase final de la cadena. En este mismo punto de todo el proceso, también se realiza la entrega del producto al cliente siguiendo las características establecidas por el mismo (dirección, horario, especificaciones concretas…)
Sin olvidar de hacer referencia a la entrega a través de Drop Points, donde la empresa se hará cargo hasta la descarga de la mercancía y será a partir de ese momento donde el cliente asume toda la responsabilidad de ir a recogerla.
Actualmente, en el mundo de las nuevas tecnologías, optimizar los tiempos de entrega es básico para el incremento de la eficiencia en un almacén.
No podemos olvidar la importancia de aquellos indicadores claves (KPI) que nos permitirán medir el nivel de rendimiento de cada proceso mencionados anteriormente, hacernos una idea de cómo estamos trabajando y en qué puntos tenemos que mejorar o cambiar.
El aprovisionamiento es fundamental para poder seguir con la fase de arranque. A continuación, dejaremos cuatro de los KPI’s que permitirán monitorizar y controlar las mercancías:
En la fase almacenamiento existen unos KPI’s clave que nos indicarán el nivel de eficiencia de las tareas:
Para conocer si la fase de preparación de pedidos se realiza eficientemente, existen cuatro indicadores que nos invitan a fijar mejoras ante aquellos problemas que puedan surgir:
En la etapa final del sistema diferenciamos tres grupos de indicadores:
La gestión de un almacén es una tarea compleja que requiere la sincronización de múltiples procesos para evitar contratiempos.
En paralelo a la gestión del almacén, la logística es un tema crucial que debe abordarse con atención debido a su complejidad, desafíos y relevancia en el funcionamiento de una empresa. En este campo, la medición y la optimización de los procesos, como por ejemplo a través de la documentación en fichas de proceso, se torna como un punto clave para el buen funcionamiento y la mejora de la gestión del almacén. Los KPI’s como herramienta de monitorización junto a sistemas como el TPS (Toyota Production System) o el Lean deben emplearse para conseguir la máxima eficiencia y el mínimo error.
Determinar la carretilla elevadora apropiada, es un elemento básico para poder cumplir con la optimización de los tiempos de entrega y con unos resultados positivos de la empresa.
Además, no se debe olvidar que la automatización de algunos procesos también puede llevar a nuevos niveles de productividad de la empresa. ¿Cómo podríamos mejorar la eficiencia de las operaciones logísticas en el almacén? A continuación os dejamos tres consejos:
La gestión del almacén es un proceso complejo y particular según cada casuística. Cuente con Toyota para ayudarle en el diseño y puesta en marcha de toda la estrategia intrologística.